Cómo los probióticos podrían cambiar tu digestión… y de paso tu vida

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“Un día eres joven y al otro todo te cae mal”, dice por ahí uno de esos divertidos memes que abundan en las redes sociales. A fuerza de viralidad, muchos terminan por creer que frases como esta son ciertas, sin percatarse de que muchos problemas digestivos no están relacionados con la edad sino con factores microscópicos.

Aunque no lo veas, a veces en el interior de tu aparato digestivo se libra una batalla entre el bienestar y el malestar; en esa batalla el equilibrio de poder a tu favor, depende de unos aliados potentes que son casi invisibles. Se trata de los probióticos, bacterias benignas que podrían cambiar por completo tu experiencia y tu historia con muchos alimentos que quizás has dejado de consumir porque ya no te caen nada bien.

Existen varios tipos de probióticos que te afectan positivamente. Tal es el caso del bifidobacterium, un microorganismo que, según los científicos, tiene un papel protagónico para disminuir considerablemente los síntomas de las personas que han sido diagnosticadas con el síndrome de colon irritable. Por su parte, el lactobacillus (presente en yogures y otros lácteos) puede ser la clave para mejorar patologías relacionadas con la intolerancia a varios alimentos, incluso, paradójicamente, los lácteos.

Si bien la importancia de los probióticos es evidente, existe inquietud en algunas personas respecto a las fuentes alimentarias que podrían proveerlos. Tal ocurre con quienes, por ejemplo, no pueden consumir muchos lácteos porque deben controlar estrictamente sus niveles de colesterol o calcio. Para ellos, como también para personas que por condiciones de salud no pueden consumir alimentos con azúcar, resulta muy conveniente un endulzante natural a base de stevia y enriquecida con probióticos como Incauca Zero con Probióticos, un producto que tiene la medida justa de los probióticos requeridos para renovar la flora intestinal y regularizar la función digestiva.

Incauca Zero con Probióticos te permite endulzar sin calorías y con todo el sabor y uso del azúcar natural.

Vale la pena que lo intentes. Quizás ese que ves como un gran problema digestivo podría quedar reducido a “zero” con la acción de los probióticos de este endulzante. Lo dulce y lo saludable sí puede ir de la mano.

¿Te animas a probar? Si lo haces durante 10 días, te animamos a que compartas tu experiencia en nuestro espacio de comentarios.

Fuentes